... y no me digas que no es cierto
... las opiniones que nadie me pide ahora en Internet
del que no se resiste a copiar el artículo, del 24 de septiembre de 2008, cuyo titular da nombre a esta entrada. Siguiendo nuestra costumbre, las negrillas son del Húsar. ¡Que Uds. lo rian bien!
Las teorías de la evolución de Charles Darwin son harto conocidas por todos, pero como todo el mundo sabe, se aplican sólo a seres vivos: jirafas, cangrejos samurai, primates... pero lo que nadie sabía, hasta hoy, es que la evolución puede aplicarse también a objetos en principio inanimados.
Para aquel que no esté familiarizado con la fauna metálica de León y de Castilla, el Cartelus Xuntaris es una especie que está formada por dos vigas metálicas de tetracero galvanizado en caliente unidas al suelo mediante cimentación de hormigón armado entre las cuales se sostienen unas láminas de una aleación ferrosa recubiertas en una de las caras por una superficie reflectante y según cada raza, pueden contener distintos y muy diversos caracteres alfanuméricos, el elemento que determina la pertenencia a la especie es un escudo dividido en cuatro con dos felinos y dos muros de ladrillo visto en su interior. Se ha contabilizado una población aproximada de 100.000 ejemplares tan sólo en la provincia de León, aunque la mayoría de ellos, sobreviven mutilados o terriblemente desfigurados.
Su hábitat natural son las carreteras, las obras y los institutos públicos de educación secundaria, si bien estos últimos presentan una morfología diferente y podría tratarse de una escisión de la rama evolutiva.
Hasta hace algunos años las dimensiones máximas alcanzadas por el Cartelus eran de 3 metros escasos, sin embargo, su contacto en la provincia de León con el Pictor Legionensis, su único depredador natural, ha forzado su lucha por la supervivencia que se basa en un aumento de tamaño y sobre todo de altura para evitar ser presa fácil del Pictor, que suele ayudarse de su superior ingenio para suplir su inferioridad física (el Pictor mide una media de 1,80m) mientras que los ejemplares más evolucionados de Cartelus alcanzan ya los 6 metros de altura, aún así sus depredadores no les van a la zaga y, debido a su capacidad de fabricar herramientas simples, siguen venciendo con holgura al Xuntaris. Cabe prever que de seguir este ritmo evolutivo el Cartelus alcance una altura de 20 metros en los próximos 4 años y tenga un peso de 5 toneladas.
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