miércoles, mayo 27, 2009

Por mis-¦

Este título (que continúa en el texto9 es el de un artículo que, firmado por Margarita Torres, publicó el pasado sábado, 23 de Mayo, Diario de León.

Añadir únicamente, que la autora del artículo olvida recordar (si es que todavía fuese necesario) que hubo más de 25.000 alegaciones contra la "Autopista de la Energía Sama-Velilla" que, a día de hoy, y después de un año de su presentación, siguen sin respuesta.


-¦ERABLES CONTINÚA defendiéndose lo indefendible: la construcción de la muerte transportada en torres de muy alta tensión que clavetearán la madera de los bosques leoneses de nuestra montaña hasta convertirla en ataúd. Un ataúd donde no cabrán tantos restos y despojos, surgidos de una tierra que la Unesco protege como Reserva de la Biosfera, pero que a cuatro interesados y a otros tantos desinteresados, les importa un chumino con tal de que se haga por sus-¦ceptibles que se muestren los leoneses. Se trata de un golpe de esos que, encima, quieren que aceptemos. Como cuando buscaron convencer a María Antonieta que la mejor solución a los males que la aquejaban era Madamme La Guillotine. Aquí, como quienes deciden por nosotros nos consideran de boina a rosca, entrepierna con mosca y mente tosca, tal vez ni siquiera gasten sus esfuerzos en tamaño ingenio diabólico. Quizás, por aquello de la proximidad conceptual, gusten más de la silla eléctrica o del peninsular garrote vil, que tan buen resultado le dio a ese bendito monarca de nombre Fernando, séptimo de tal sucesión.

Absolutistas cual Fernando VII se muestran los que pretenden imponer su trazado desde Lada a Velilla, amantes del garrote los que buscan silenciar las voces que nacen de las gargantas todavía libres que quedan en esta tierra moribunda, imperialistas quienes utilizan el argumento económico de su propio beneficio en detrimento del bien común, del futuro de nuestros hijos y de esta tierra, cobardes y miserables los que abandonan a los indefensos.

Cuarenta kilómetros de largo por cuarenta metros de ancho, torres de setenta metros. Unas empresas hoy privadas, antaño públicas, que justifican la necesidad de evacuar la energía entre ambos puntos. En 2007, ecologistas asturianos atacaban esta sinrazón y exponían que el Principado y León ya se hallan interconectados por tres líneas de alta tensión capaces de soportar la exportación de energía. La propia Red Electrica, que aboga por la Lada-Velilla, reconoce que estos tres cauces tienen escaso nivel de saturación.

En 2001 la entonces Consejera del ramo, Silvia Clemente trasladaba a las cortes «la oposición rotunda del Gobierno Regional a la ejecución de esta obra». Añadía que la autorización primera del trazado adolecía de «importantes vicios de tramitación». El 6 junio de 2005, el Director General de Medio Natural, Mariano Torre, aseguraba en León que la Autonomía no se opondría porque, si el tendido era necesario «tiene que pasar por algún sitio». Ahora, en mayo de 2009, las asociaciones ecologistas mantienen la llama de la reivindicación y la justicia, Red Eléctrica se sigue comportando de la misma manera que era costumbre en las empresas anteriores a 1975. Mi Silvia Clemente se me apoltronó en Agricultura, y nadie desde el gobierno autonómico mantiene lo que en 2001 ella defendía: la oposición rotunda a la construcción de la Lada-Velilla. ¿Qué ha cambiado? En Cataluña, excesos medioambientales de similar calado fueron desestimados después de una feroz resistencia de sus autoridades regionales. Ojalá fuéramos catalanes o vallisoletanos. ¿Y hemos de creernos que temen a León? A otro felino con esa carroña.

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