Bajo este título, nuestro amigo Cesar nos remitió la siguiente carta que no fue publicada por el medio de comunicación a quien la envió. Es posible que no la consideren "políticamente correcta". Aquí os la dejamos para que juzgueis su pertinencia y lo que puede significar la palabra censura, o más bien sus hechos:
Hoy se habla muy a menudo de la libertad. Libertad para decidir, para pensar... el ser humano, como individuo, debe ser libre.
Pero cuando la libertad se topa con un sistema que por "intereses de Estado" ejecuta como quiere una Carta Magna refrendada por todo el conjunto de ciudadanos del Estado español ya no hablamos de libertad, hablamos de "libertad condicional".
Nuestros derechos individuales, de todos nosotros, de todos los leoneses, al menos por ahora, se han visto coartados, pero a este paso ¿cuánto tardarán en quitárnoslos? En apenas 4 meses consiguieron quitarnos un derecho constitucional como el de la autonomía, como un pueblo más del Estado.
Nos vemos condicionados, en nuestra libertad, por las decisiones de un gobierno títere, de un gobierno que tiene el poder de devolvernos ese derecho constitucional, de devolvernos la libertad.
¿Cuándo nos la devolverán? ¿En qué condiciones lo harán?
Los leoneses, por desgracia, no tenemos capacidad para ponernos en huelga de hambre, sencillamente, porque ya pasamos hambre.
Pasamos hambre y sed de libertad, de poder hablar libremente en nuestra lengua, de poder expresarnos libremente en favor de una autonomía que por derecho nos corresponde sin que nadie nos llame cavernarios o separatistas.
¿Es separatismo pedir lo que nos corresponde? ¿Es separatismo reclamar un derecho que incluso la propia ONU califica como derecho de la humanidad? Yo creo que no.
No quiero cadenas que nos aten a un castillo en las mazmorras, no espero que nos venga a rescatar un caballero ni un príncipe, solo espero que un león, de un zarpazo, rompa las cadenas que nos unen a esta situación y a la que cierta gente tiene el cuajo de llamar "libertad".
César Martín. Llión.
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