domingo, diciembre 21, 2008

Provincialismo

Este es el título de la columna de La Opinión en la que el zamorano Paco Antón pone, como se costumbre, el dedo en la llaga.

El Húsar encuentra particularmente reveladora la palabra "maquinado", referida al plan de fusión de las Cajas de esta anti-comunidad que padecemos.

Si consultamos el RAE "maquinar" es "Urdir, tramar algo oculta y artificiosamente" y, por extensión, "maquinación" es "Proyecto o asechanza artificiosa y oculta, dirigida regularmente a mal fin".

Y ese es el problema de la proyectada fusión, que vá dirigida a mal fín o lo que es lo mismo "A hacer Pucela, es lo suyo" porque lo de "hacer comunidad" no se lo creen ni ellos.

Sin más, os dejamos la columna de Paco Antón en la que nos hemos permitido, como siempre, algunas negrillas
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El plan maquinado por Villanueva y bendecido por Oscar López choca contra el escepticismo de las cajas de ahorro

El proyecto de creación del Grupo Cajas de Castilla y León, instigado por la Consejería de Economía y Empleo y con el apoyo entusiasta del PSOE autonómico, no avanza ni a tiros. Qué digo: cada día parece más estancado. Se entiende que los promotores de la integración no hayan consultado previamente con el pueblo, que de estas cosas tan trascendentes no tiene ni idea. Pero es que resulta que tampoco han contado con los actores de la película: quieren hacer una boda de conveniencia con casi todos los contrayentes en contra. De momento, el plan maquinado por el consejero Villanueva y bendecido por el socialista Oscar López ("porque así lo recomienda el Banco de España"), choca con el escepticismo y las reticencias de cinco de las seis entidades llamadas a la ceremonia; y tres de ellas se niegan a someter el plan integrador a la consideración de sus respectivos consejos de administración. Hasta la Federación de Cajas, que agrupa y representa a las seis firmas financieras, se resiste a pasar por el aro de un plan ideado por los partidos políticos -los dos más grandes- y anuncia que va a elaborar un proyecto de integración alternativo promovido en su propio seno.

Fuera de esas moquetas, varias federaciones de empresarios, sindicatos, comités de empresa, partidos menores y hasta ciudadanos rasos también han puesto el grito en el cielo contra estos planes de integración. Hay franca oposición en Segovia y Avila, pero sobre todo en Burgos y en León, porque es donde parece que más pueden perder. En la capital burgalesa -patria chica del presidente Juan Vicente Herrera- salieron a la calle en manifestación más de cinco mil personas, según estimación de la Policía Nacional, para protestar contra una iniciativa que "lesiona nuestra economía, nuestro empleo, nuestra identidad y nuestro bienestar", decía la convocatoria. Opinan además que la provincia perderá inversiones, que las empresas se instalarán en Pucela, que los dineros asignados a la obra social serán cada vez menos y que desaparecerán muchos empleos. En León, la concentración de protesta fue menor, pero más ruidosa; unos cientos de personas salieron a la calle con cazuelas y cucharones para mostrar su oposición a lo que consideran una fusión encubierta, con la que la Junta quiere controlar la economía de una "comunidad que lleva treinta años viviendo un centralismo atroz de Valladolid, donde ahora se quieren llevar la sede del nuevo Grupo", según avisa el vicealcalde leonés. En la cacerolada frente al palacio de Botines, sede de Caja España, al menos se vio alguna cara zamorana del Prepal, junto a representantes de UPL y de UPS, que no están por la labor de que el viejo Reino Leonés se quede sin cajas de ahorro.

Quizá este protagonismo protestón del leonesismo (y que en Burgos la voz crítica la lleve el Partido Ciudadanos por Castilla La Vieja), ha inspirado a la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, para calificar de "provincialismo" las manifestaciones contra el proceso de integración de las cajas, un "sentimiento latente que nos impide tener una amplitud de miras clave para el futuro". Ojo, que la consejera no les llama aldeanos, pueblerinos o atrasados, que eso sería provincianismo. Su viaje va contra los localismos, regionalismos y nacionalismos? distintos a lo castellano-leonés oficial, para lo que todavía no hemos encontrado in "ismo" que no sea centralismo. Y es que no siempre "hacer Comunidad" debería traducirse con "hacer Valladolid", que es lo que se teme con la integración de las cajas. Pero como a nosotros lo más zamorano que nos queda es la Caja Rural y ésta no participa en el invento, pues no hay por qué darse por aludidos por la señora consejera. Ni provincianos, ni nacionalistas, ni nada de nada?
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