Con este título, recibimos desde Burgos (Castilla la Vieja) el artículo que publicamos seguidamente.
El Húsar no ha seguido con detalle el estudio genético a que se hace referencia por lo que no entra en dicha discusión; sin embargo, comparte totalmente las frases que, siguiendo la tradición, ha optado por destacar en negrilla.
También desearía el Húsar resaltar el hecho de que no somos solamente los leoneses los que estamos mal a gusto en esta Comunidad inventada; es evidente que el autor burgalés del escrito tampoco es partidario de la misma. ¿Nos encontraremos ante un solo "castellano levantisco" o será más bien la "punta del iceberg" de los sentimientos castellanoviejos? El Húsar está convencido de encontrarse ante este último supuesto y espera que cunda el ejemplo para que leoneses y castellanos seamos capaces de defender cada uno nuestra propia cultura, historia e identidad a fin de que cada pueblo pueda conseguir su propia autonomía diferenciada y no seguir en este estado de cosas que no traen nada bueno ni para los unos ni para los otros; de sobra sabemos quién es el beneficiado de este estúpido invento...
Y ya sin más, os dejamos el artículo prometido:
El que en esta mastodóntica Comunidad Autónoma convivan, de forma precaria, provincias de dos regiones diferentes es algo tan obvio que no requiere mayor explicación; sin ir más lejos, el propio nombre de la Comunidad y su Estatuto de Autonomía así lo declaran. Por ello hablar de región, de identidad regional o de intereses regionales en relación a Castilla y León es absurdo y erróneo. Si la identidad por separado de las provincias de Castilla La Vieja y del antiguo Reino de León está suficientemente avalada por siglos de historia, por el ambiente geográfico y por la cultura; ahora un estudio realizado por la Universidad de Leicester (Reino Unido), en colaboración con investigadores de la Universidad Pompeu Fabra, pone de relieve la diferencia genética que separa a castellanos viejos y leoneses.
Es ya muy revelador que, si los investigadores han tratado como unidad a la gran mayoría de las comunidades españolas, en el caso de esta Comunidad Autónoma han preferido dividirla en dos zonas: oriental y occidental. Cierto es que las dos zonas no coinciden exactamente con la división entre las regiones históricas de Castilla La Vieja y León, pero también es cierto que se aproxima bastante y que en cada una de las dos zonas se advierte una continuidad en la huella genética en relación a regiones limítrofes.
Las conclusiones del estudio indican que la zona oriental de Castilla y León presenta los mayores índices de población autóctona (denominada ibérica en el estudio), junto a Cataluña y el País Vasco. Lo cual concuerda con los datos históricos referentes a la aportación de vascos, cántabros y otros pueblos de raigambre celta o celtíbera en la formación de Castilla, con escasa presencia foránea. Por el contrario, la población de la zona occidental presenta un elevado porcentaje de huella genética característica de poblaciones norteafricanas, lo cual históricamente se puede poner en relación con el importante papel de la repoblación mozárabe en el Reino de León y con la dispersión de la población morisca por las regiones noroccidentales españolas, tras la fracasada sublevación de las Alpujarras.
En conjunto estos datos, tomados aisladamente, no dicen gran cosa; pero si los consideramos junto a otros, son bastante concluyentes. Por supuesto, se podrá decir que las diferencias entre castellanos viejos y leoneses son mínimas, pero también se podrá decir lo mismo respecto a aragoneses, catalanes o andaluces y sin embargo nunca se ha negado a estos grupos su derecho a una autonomía propia en la España actual.
José A. Amo - Burgos (Castilla la Vieja)
5 comentarios:
Resumiendo: que ahora encima nos llaman moros. Hay que tocarse los cojones.
El Húsar dice claramente que no ha seguido con detalle el estudio genético a que se refiere el artículo pero, llegado el caso comparte totalmente el sentido de una pintada que hace algún tiempo descubrió por nuestras tierras:
"Antes moros que pucelanos"
Estamos seguros M. Pérez de que serás de la misma opinión.
Independientemente de lo que dice el estudio, tiene razón en una cosa, no tenemos nada que ver con castilla, y si crecen las voces que desde ella rechazan esta unión, pues mejor, a ver si los leoneses nos animamos un poco.
Gracias por este blog.
Efectivamente, Anónimo Amigo, es importante que desde Castilla se diga ¡por fín! lo mismo que desde León.
Que somos dos pueblos, que poco tenemos que ver uno con otro, que nuestras culturas son diferentes y que, como todos los demás pueblos de España, tenemos derecho a nuestra propia autonomía.
Acabamos de rechazar un comentario "Anónimo" en que se vertían insultos de carácter xenófobo ya que se atribuían determinadas características (traidores por naturaleza, vagos, etc) en función de la raza.
Agradeceremos moderación en el lenguaje a todos nuestros visitantes.
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