Y he aceptado gustoso, no tanto por mí, sino más bien por Escalada, de la que estoy enamorado, y que se merece todos los piropos. Y lamentablemente necesita todos los brazos de defensa. Porque nos la tienen hecha una ruina.
Podríamos hablar indefinidamente de los escarnios soportados, que vienen de lejos. Y casi siempre del mismo lado. Pero el movimiento se demuestra andando. Y dos imágenes valen más que dos mil palabras. Os las voy a poner aquí. Son mías propias: de octubre del pasado año. Y han sido publicadas, con mucho esfuerzo e insistencia, en medios digitales como Peatom y en un rincón de Ciudadano CyL, de la edición regional de El Mundo.
Yo los he titulado EL BODRIO CONSUMADO y ARQUEOLOGANDO QUE ES GERUNDIO. Os los pongo a continuación:
Mas no quiero dejaros con un mal sabor de boca. También os quiero regalar un poema mío, sobre el bien más preciado de Escalada: el silencio...
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